sábado, 10 de abril de 2010

MOTIVACION:MAGIA Y PODER (Por Antonio Pascual)

Quien ha leído o estudiado al Dr. Freud alguna vez sabe que, el ser humano está instintivamente dotado de voluntad para vivir a pesar de los obstáculos (concepto de pulsión).

Relaciono esto con la motivación porque todo hombre es de por sí naturalmente ·motivable·, como si estuviera predispuesto a encontrar un MOTIVO para despertar, accionar, vivir. Sin embargo solo es posible motivar a otros si uno mismo está incentivado. Caso contrario, todo intento es vano, o por lo menos, poco consistente. La regla una vez más se repite: Empecemos por nosotros.

Despertar más temprano, no poder dormir pensando en alguna acción o proyecto a realizar, sentirse físicamente bien, son signos de estarlo, independientemente de la recompensa. El estímulo monetario NO es en sí mismo motivador si no va acompañado de algunos factores que cubren las llamadas Necesidades Psicológicas, a saber, seguridad, reconocimiento, sensación de pertenencia, ser tratado con respeto y dignidad, satisfacción con los objetivos cumplidos, competencia (desafío, oportunidad de destacarse) y la posibilidad de desarrollarse y crecer.

La motivación obra milagros pues obtiene lo mejor de cada colaborador puesto al servicio de un objetivo común que vivirá como propio. De hecho, lo es ya que ha contribuido a esa causa. Y eso es maravilloso. Un grupo motivado va más allá de sus fuerzas para conseguir un objetivo.

Quien tiene a su cargo un equipo que funciona así recupera rápidamente su energía invertida en ellos y quien forma parte de él, encuentra sentido a su trabajo de todos los días. Es frecuente ver un buen proceso mientras se desarrolla un proyecto y con la conclusión de éste sobreviene el desgano porque ha concluido el desafío inicial que le dio sentido a la acción. Curioso,¿no? Por eso la tarea del motivador, entre otras es crear nuevos objetivos o convertir circunstancias de las que ni siquiera es responsable en desafíos. Si podemos sentirnos plenos mientras perseguimos un destino y a veces decae cuando lo concretamos, entonces... es el futuro lo que nos mantiene VIVOS hoy. Volviendo a S. Freud, habrá vida mientras haya deseo.

A pesar de la revolución que provoca A. Einstein en el ámbito de la física, parece no haber conseguido reemplazar nuestro modo de vida occidental y fatalmente newtoniano. Incorporemos el concepto de ·relatividad· a las técnicas de motivación: nada es en sí mismo bueno o malo. De nosotros dependerá que sea de un modo u otro para nuestra gente. Los orientales nos invitaron a pensar que crisis es también oportunidad y que nada tiene un único significado. Esa es la tarea de un motivador: mostrar la realidad y los hechos con la vestimenta que desee para que resulte útil a su equipo.

En definitiva, un motivador puede hacer de él y su entorno un oasis en pleno desierto y eso lo convierte en un referente importante en la vida de muchas personas. Y nada puede destruir la actitud, el poder y la energía que caracterizan a un puñado de seres incentivados. NADA.

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